Por Paulo R. R. Soares
Publicado em Geocritiq.
El año de 2014 es decisivo para el futuro de Brasil. Primero por los comicios generales donde se elegirá el presidente del país y un nuevo parlamento. Segundo por las consecuencias de estas elecciones para la continuidad o cambio del modelo de desarrollo adoptado desde el 2003. Antes de todo ello, el Mundial de Fútbol, en el país del fútbol, donde el tema es llevado con seriedad y pasión por la gran mayoría de su población. Hay analistas de afirman que el éxito o fracaso de la Selección Brasileña en el mundial de futbol es decisivo para una vitoria o derrota de la oposición en los comicios.
Un poco de la historia reciente: a finales de 2002 la elección del líder obrero Lula da Silva y de su partido fue una novedad. Brasil, el “gigante suramericano” sería por primera vez gobernado por un fuerte partido de izquierdas de raíces socialistas. A lo largo de un decenio de gobiernos del Partido de los Trabajadores, Brasil ha pasado por una serie de transformaciones. De “país del futuro” con economía estancada, hacia una potencia entre los llamados “emergentes”. De país con grandes desigualdades sociales, al ascenso de una nueva generación integrada al mercado consumidor, eufemísticamente calificada como “nueva clase media” por los medios de comunicación.
Sin embargo, las críticas al modelo también son fuertes y consistentes. La economía está basada en la exportación de mercancías, en la construcción de viviendas y en la expansión del consumo (principalmente de automóviles). Grandes grupos económicos agroexportadores han sido favorecidos con préstamos estatales para fomentar su expansión internacional. Las desigualdades sociales, aunque suavizadas, persisten en la sociedad, especialmente en las regiones menos desarrolladas. Se conjetura con la posibilidad de una “burbuja inmobiliaria” a ejemplo de Estados Unidos y España.
Los megaeventos deportivos programados para el país (Mundial de Fútbol en 2014 y Juegos Olímpicos en 2016) son considerados un instrumento de propaganda gubernamental, con la intención de promover el patriotismo y fabricar un consenso político y social en torno de las selecciones nacionales. Además, el Mundial de Fútbol (con doce sedes) y los Juegos Olímpicos en Rio de Janeiro están generando una serie de impactos políticos, económicos y sociales en las ciudades.
Las obras necesarias de adecuación de la estructura urbana para acoger los megaeventos generaron un nuevo ciclo de acumulación urbana al liberar sectores de las ciudades para nuevos negocios inmobiliarios. Igualmente, están afectando a poblaciones tradicionales en sus territorios de vida, que sufren con destrucciones y desplazamientos forzados que permiten la implantación de nuevas infraestructuras. El gasto público en estas obras, además de los estadios de fútbol (de los cuales nueve son estatales y solamente tres privados), son duramente criticados ya que las inversiones podrían tener un destino social que generase beneficios a la mayoría de la población.
El resultado de ello fueron las grandes manifestaciones callejeras del 2013 donde se criticó fuertemente el modelo de desarrollo, y fundamentalmente de desarrollo urbano adoptado. La integración de las masas al mercado consumidor no significó calidad de vida. Las ciudades brasileñas, y sobre todo las grandes ciudades, viven una situación de caos urbano en lo que se refiere a las condiciones de movilidad. Los sistemas de transporte público no funcionan. Los más pobres pierden valiosas horas en atascos, realizando una “sobrejornada” de trabajo injusta y excluyente. La violencia se mantiene, a pesar de las políticas de represión. Las ciudades son cada vez más segregadas: el modelo de las urbanizaciones cerradas y de la ciudad vallada ya es dominante en el país.
Con esta infinidad de cuestiones, la academia brasileña está movilizada en la discusión e investigación de estos temas. Un gran número de proyectos de investigación, seminarios y coloquios están discutiendo los impactos del Mundial de Fútbol en la sociedad y en las ciudades brasileñas.
Este es uno de los objetivos del libro Copa do mundo de 2014: impactos e legado. El libro forma parte de un proyecto más amplio de la Universidad Federal do ABC cuyo objetivo es discutir las “desigualdades regionales y las políticas públicas” en Brasil. Es importante señalar que la universidad está situada en la región del “ABC Paulista”, cinturón industrial de la metrópolis de São Paulo, cuna de la industria automovilística y del moderno movimiento obrero brasileño del ocaso de la dictadura militar (1964–1985), y del cual justamente emergió como fuerza política el Partido de los Trabajadores.
El libro analiza los impactos y el posible legado del Mundial de Fútbol en las ciudades brasileñas con artículos que contemplan las cinco grandes regiones del país (Sudeste, Sul, Nordeste, Norte y Centro-oeste), con el objetivo de entender el país como un todo, pero señalando las diferencias regionales. El libro está disponible en Internet y es una contribución más de la Universidad brasileña para que su gente pueda entender el país y contribuir para su desarrollo con más libertad e igualdad social.
Para mayor información:
SOARES, Paulo Roberto : Megaeventos esportivos e o urbano: a Copa do Mundo de 2014 e seus impactos nas cidades brasileiras. Revista FSA. Faculdade Santo Agostinho. Vol. X, (195–214), 2013. [http://189.43.21.151/revista/index.php/fsa/article/view/247]
SOARES, Paulo Roberto : Ciudades brasileñas: el mundial de fútbol y la crisis del modelo urbano. Café de las Ciudades. Buenos Aires, 2 septiembre de 2013. [http://www.cafedelasciudades.com.ar/politica_131.htm]
ZIMERMAN, Artur (Org.) : Copa do mundo de 2014: impactos e legado. Santo André (SP): Universidade Federal do ABC, 2013, (139) [http://desigualdaderegionalufabc.wordpress.com/publicacoes/]
Paulo Roberto Rodrigues Soares es Profesor del Departamento de Geografía y del Programa de Posgrado en Geografía de la Universidade Federal do Rio Grande do Sul (UFRGS). Investigador del Observatório das Metrópoles, Porto Alegre, Brasil.